Cuando la mayoría de los profesionales del sector piensan en normas, se imaginan las normas de cableado, concretamente las normas ANSI/TIA-568 para cableado de categoría. Estas conocidas normas de cableado definen los requisitos mínimos de rendimiento del cableado de cobre de par trenzado en diversas aplicaciones.
Los cables probados según estas normas de cableado de categoría se enfrentan a una limitación de longitud de canales de 100 metros. Como resultado, todos los dispositivos finales deben estar a menos de 100 m de un cuarto de telecomunicaciones. Este límite de distancia se impuso para reducir la confusión a medida que la industria avanzaba hacia diferentes aplicaciones (Ethernet, Power over Ethernet [PoE], etc.) y diferentes Categorías de cable (Categoría 3, Categoría 5e, 6, 6A, etc.).
A medida que se despliegan más tecnologías de edificios inteligentes para mejorar la eficiencia, la colaboración y la seguridad, más dispositivos y sensores de baja velocidad se conectan a las redes empresariales. Inevitablemente, algunos de estos dispositivos están situados demasiado lejos del cuarto de telecomunicaciones más cercano para mantenerse dentro de la limitación de distancia de 100 m.
Cuando el propietario de un edificio necesita superar esta distancia -para colocar una cámara de vigilancia en un aparcamiento, un punto de acceso inalámbrico en el techo de un vestíbulo de varios pisos, un sistema de control de acceso en un almacén o pantallas de señalización digital a lo largo de un largo pasillo- hay algunas opciones:
Añadir un nuevo cuarto de telecomunicaciones a menos de 100 m del dispositivo.
Utilizar un dispositivo extensor que requiera alimentación local
Utilizar cableado de fibra
Utilice cable híbrido (una combinación de cobre y fibra)
Ampliar la distancia de un cable de categoría e ignorar las normas TIA-568
En la mayoría de los casos, la opción más práctica y rentable es la última: ampliar la distancia del cable de cobre de par trenzado que se esté utilizando. No requiere espacio ni equipos adicionales, y no introduce nuevos puntos potenciales de fallo. Dado que el alcance ampliado no está contemplado en la norma TIA-568, pueden utilizarse como guía las normas de aplicación.
¿En qué se diferencian las normas de aplicación de las de cableado?
Las normas de aplicación, como IEEE, tienen en cuenta la capacidad de aplicaciones específicas, como inalámbricas o Ethernet, para funcionar en un segmento de enlace, independientemente de la distancia o del cable utilizado.
Un ejemplo excelente de cables diseñados según normas de aplicación frente a normas de cableado son los cables RemoteIP de Belden. Estos cables funcionan con cámaras IP, sensores de edificios, puntos de acceso inalámbricos y dispositivos de iluminación PoE LED, es decir, con cualquier dispositivo o switch que cumpla los estándares de aplicación IEEE.
Dado que los cables RemoteIP pueden suministrar datos y alimentación a dispositivos conectados a una distancia de hasta 215 m, duplican con creces lo que el cableado de categoría puede conseguir en términos de longitud. Es posible conseguir una transmisión de 10 Mb/s a 215 m, de 100 Mb/s a 200 m y de 1 Gb/s a 130 m con los cables RemoteIP.
Esto permite colocar los dispositivos donde se necesiten sin el coste que supone añadir un nuevo cuarto de telecomunicaciones, un extensor, cableado de fibra o cableado híbrido.
Aunque no han sido probados conforme a las normas de cableado de categoría, siguen siendo cables estándar, sólo que probados conforme a una norma de aplicación.
¿Cuál es la diferencia? Cuando se siguen normas de aplicación, hay que atenerse a la limitación del enlace, que no se define por la longitud. En su lugar, se define por las características de las normas de aplicación.
Si nos centramos en las normas de aplicación y en las limitaciones eléctricas del enlace, podemos conseguir distancias más largas reduciendo la velocidad de transmisión de datos de un cable, lo que funciona bien para dispositivos de baja velocidad. Esto permite mejorar la pérdida de inserción y conseguir mayores longitudes (alcance ampliado).
Comprobación del rendimiento de las aplicaciones de alcance ampliado
Existen dos opciones para realizar pruebas según los estándares de aplicación frente a los estándares de cableado:
Pruebas de canal. El canal incluye el cable entre el switch del cuarto de telecomunicaciones y el dispositivo final.
Pruebas de enlace permanente. El enlace permanente es la parte fija del canal (la parte que no cambia ni se mueve). No incluye los cables de conexión ni los cables de los equipos.
Al probar el alcance extendido en una aplicación específica, el comprobador debe configurarse para los límites de prueba específicos del proveedor, a fin de facilitar las pruebas de correcto/incorrecto.
De esta forma, puede probar con confianza el rendimiento de su cableado más allá de los 100 m y verificar que no se producirá una degradación del rendimiento.