Por Jorge de la Fuente
El reto en el diseño de edificios inteligentes llega cuando deben unirse sistemas de edificios dispares. El primer paso: crear una infraestructura de comunicaciones convergente.
Dentro de un edificio inteligente pasan muchas cosas. La tecnología, los sistemas digitales y los datos están siempre trabajando entre bastidores para automatizar, gestionar y controlar el entorno construido. El resultado es un espacio más eficiente, seguro, sostenible y confortable.
Para respaldar funciones como la recopilación y el intercambio de datos, el control centralizado, el mantenimiento predictivo y la eficiencia energética, estas tecnologías, sistemas y datos deben contar con una infraestructura de comunicaciones fiable.
Más allá de lo obvio -redes de área local (LAN) y LAN inalámbricas-, los sistemas de un edificio inteligente que gestionan y protegen las instalaciones y a las personas que se encuentran en su interior necesitan una infraestructura de comunicaciones para funcionar, compartir datos y obtener información.
Veamos algunos de los sistemas del edificio que necesitan una infraestructura de comunicaciones.
Sistemas de audio, vídeo y comunicaciones
Sistemas como los de videoconferencia, señalización digital, CATV y equipos de música ambiental/búsqueda garantizan un espacio más cómodo y seguro cuando están conectados a la infraestructura de comunicaciones.
Por ejemplo, estos sistemas conectados pueden realizar anuncios generales (vídeo o audio) o enviar mensajes en caso de emergencia. También pueden permitir la comunicación y colaboración entre trabajadores in situ y remotos.
Sistemas de gestión de la energía
La climatización, la gestión de la energía, la iluminación e incluso los equipos fotovoltaicos desempeñan un papel fundamental en los edificios inteligentes. Estos sistemas deben estar conectados a la red y entre sí para la regulación de la calefacción y la refrigeración, el suministro eficiente de energía, la respuesta de los niveles de iluminación y la integración de la energía solar.
Sistemas de seguridad y vigilancia
Los sistemas contra incendios y de alarma (detección y supresión), así como los sistemas de control de acceso y vigilancia, deben poder trabajar juntos para rastrear quién está en el edificio, determinar si debe estar allí, controlar a qué zonas tiene acceso y mantenerlo a salvo.
Estos sistemas suelen utilizar distintos protocolos para regular la comunicación: DALI para iluminación, KNX para control de accesos y HVAC, y la lista continúa, especialmente cuando se entra en la sala de máquinas de un edificio inteligente, donde se descubren protocolos de comunicación como ControlNet, DeviceNet, Modbus, CANbus, RS-232, RS-422, RS-423 y RS-485. Cada uno de estos protocolos tiene unos requisitos de medios de transmisión específicos.
En un edificio tradicional, todos estos sistemas funcionan de forma independiente. En un edificio inteligente, estos silos operativos deben eliminarse, a pesar de las diferencias en protocolos y requisitos.
Sin una red convergente, es necesaria la intervención humana cuando los gestores o propietarios de las instalaciones quieren saber más sobre su edificio o sus sistemas. A menudo, los empleados tienen que escarbar en los lagos de datos registrados para encontrar patrones y, a continuación, calcular y predecir manualmente lo que necesitará el edificio a corto y largo plazo. A veces, cuando los sistemas son analógicos, los datos no pueden recopilarse ni compartirse en absoluto.
El cerebro de un edificio inteligente
La magia de un edificio inteligente reside en su capacidad para escuchar, adaptarse y responder. Un edificio inteligente utiliza la infraestructura de comunicaciones para reunir distintos sistemas de modo que puedan interactuar.
Notificaciones en tiempo real para la seguridad
Imagine un edificio que interrumpe lo que esté haciendo -una llamada telefónica en la escalera, una presentación de PowerPoint en la sala de conferencias o una reunión por vídeo a puerta cerrada en un despacho- para avisarle de una catástrofe natural inminente (terremoto, tsunami, tornado, inundación, etc.).
Las alertas emergentes mostradas a través de dispositivos inteligentes y móviles le proporcionan instrucciones personalizadas sobre qué hacer y dónde ir en función de su ubicación, gravedad del suceso, hora del día, etc.
Durante esta catástrofe, el edificio inteligente también abre todos los puntos de acceso inalámbrico para crear una red de emergencia de acceso libre, permitiendo a la gente hacer llamadas Wi-Fi. El edificio también comparte automáticamente una lista de ocupación actual con las autoridades. Mediante RFID y reconocimiento facial, la lista se actualiza en tiempo real para que todo el mundo sepa no sólo si quedan personas en el edificio, sino también quiénes son y dónde se encuentran.
Productividad desbloqueada y ahorro de tiempo
Imagine un edificio que le dirige a una plaza de aparcamiento específica en función de la hora a la que llega a una reunión programada.
¿Llega tarde o temprano?
¿Necesita hacer una parada rápida en algún otro lugar del edificio por el camino?
¿Han llegado ya los demás asistentes a la reunión o es usted el primero en llegar?
¿Qué entrada debes utilizar en función de la ubicación de la reunión?
El sistema tiene en cuenta todos estos factores para guiarte hasta un lugar disponible.
Si usted es un inquilino u ocupante habitual, el edificio le permite acceder automáticamente, registra su llegada y avisa a los demás asistentes de su presencia mediante reconocimiento facial y escaneado automático de matrículas.
Entornos adaptables y personalizados
Piense en una oficina que controla la calefacción, la refrigeración y la iluminación en función de las condiciones exteriores.
¿Hay luz o está oscuro?
¿Hace frío o calor?
¿Llueve o nieva?
¿Qué hora del día es?
También ajusta automáticamente los niveles en función de la densidad actual y la prevista para el futuro (cuántas personas hay ahora en el espacio y cuántas habrá más adelante). Además, puede informar en tiempo real sobre el respeto al medio ambiente de su edificio, compartiendo información sobre el consumo de energía, la integración de energías renovables, la calidad interior, el consumo de agua y mucho más.
Te reconoce a ti y a tus preferencias en cuanto a temperatura, flujo de aire, altura del escritorio y reservas de habitaciones. Esta capacidad también es beneficiosa en entornos de hostelería, donde la habitación de invitados no sólo puede ajustar la temperatura y la iluminación en función de sus preferencias, sino también preseleccionar diferentes «escenas» en función de la orientación de la habitación para minimizar el uso de la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado y ayudarle a reducir su huella de carbono.
Liberar la inteligencia de los edificios
Los ejemplos anteriores son sólo el principio. Piense en un edificio que pueda mostrar información de emergencia en el exterior para informar y alertar a la gente en la calle, o edificios que puedan compartir sus datos con instalaciones vecinas o edificios de la misma propiedad para el análisis de toda la cartera y la optimización de recursos. Los edificios también podrán hacer recomendaciones para mejorar su propio impacto ambiental y reducir los costes de funcionamiento sin comprometer la comodidad de sus ocupantes.
Con la explosión de la automatización y la inteligencia artificial (IA), estos escenarios son ahora posibles. Los edificios podrán encontrar fácilmente patrones por sí mismos e informar de esos hallazgos a las personas adecuadas.
El verdadero reto llega cuando llega el momento de hacer que sistemas de edificios dispares funcionen como uno solo, y el primer paso es crear una red convergente.
Las estructuras inteligentes empiezan con una red convergente
¿Sabe que hay más de 15 sistemas de edificios que requieren una infraestructura de comunicaciones dentro de un edificio inteligente?
Para crear una base fiable y sólida para integrar sistemas y dispositivos, hay que tener en cuenta muchas opciones sobre elementos que van desde el diseño y la topología de la red hasta los medios y los métodos de terminación.
Tomar las decisiones correctas requiere un asesor de confianza como Belden, que entiende los edificios inteligentes y está en el centro de esta transformación tecnológica. Reconocemos el impacto de estas decisiones en la eficiencia de los edificios, el uso de recursos, la seguridad y los costes operativos, y estamos aquí para ayudarle a que su edificio inteligente sea más seguro, más cómodo, más resistente y más rentable.
Acerca del Autor
Jorge de la Fuente, que se incorporó a Belden en 2015, cuenta con más de 30 años de experiencia en el suministro de soluciones de redes y centros de datos a usuarios finales en diversos mercados. En este puesto, supervisa la funcionalidad de nuestras soluciones de conectividad para empresas y centros de datos, compartiendo sus amplios conocimientos con clientes y empleados de Belden para ayudar a evaluar las necesidades, solucionar problemas y determinar los requisitos del sistema.
Esta es una traducción y adaptación del artículo orginal https://www.belden.com/Blogs/Smart-Building/2024/03/14/communication-infrastructure-making-smart-buildings-a-reality cuenta con todos los derechos reservados