Por Matt Odell
La integración de tecnología en el sector salud elimina los silos que generan ineficiencias y brechas en el recorrido del paciente, desde la admisión y el diagnóstico hasta el alta y el seguimiento.
El panorama actual del cuidado de la salud es muy diferente al del pasado. Es un sector altamente competitivo y financieramente exigente. Los nuevos modelos de reembolso priorizan el valor y los resultados sobre el volumen y los servicios prestados. Los costos de los servicios continúan aumentando, lo que obliga a los proveedores a gestionar cuidadosamente sus presupuestos sin sacrificar la calidad de la atención.
Estas transformaciones están marcadas por una continua escasez de clínicos calificados. Para 2028, se prevé que Estados Unidos necesitará más de 100,000 trabajadores de salud.
Para superar a la competencia y atraer y retener equipos clínicos y pacientes leales, las organizaciones de salud no tienen más opción que esforzarse más que nunca para brindar experiencias excepcionales en el cuidado de la salud. Sin embargo, deben hacerlo manteniendo los costos y recursos disponibles bajo control.
Los sistemas aislados solo llegan hasta cierto punto
Para hospitales e instalaciones médicas, las grandes inversiones en tecnología y software de salud son algo común. Sistemas como los de llamadas de enfermería, dispositivos de monitoreo de pacientes e historias clínicas electrónicas (EHR) no son ninguna novedad. De hecho, estos sistemas son una necesidad para brindar atención básica hoy en día. Las organizaciones de salud que buscan ir más allá suelen invertir en innovaciones como robótica, sistemas de participación del paciente y dispositivos portátiles para monitoreo remoto.
Tradicionalmente, cada uno de estos sistemas y plataformas de salud existe en su propio silo y actúa como una entidad independiente, sirviendo a un propósito específico o resolviendo un problema concreto.
Pero estos silos generan ineficiencias en todo el recorrido del paciente, desde la admisión y el diagnóstico hasta el alta y el seguimiento. La falta de interoperabilidad entre sistemas fragmenta la comunicación entre departamentos. Esto conduce a brechas en la atención debido a duplicación de esfuerzos, inexactitudes en la información del paciente, programación ineficiente y retrasos en la entrega de resultados.
Un ejemplo es un EHR. Por sí solo, un EHR es simplemente una versión digital del expediente en papel de un paciente, un lugar centralizado para almacenar información. Sin embargo, cuando se integra con otras plataformas y dispositivos, puede convertirse en algo mucho más poderoso.
Por ejemplo, si un dispositivo de monitoreo conectado detecta un aumento repentino en la frecuencia cardíaca de un paciente, además de alimentar estos datos en el EHR, puede enviar una alerta al personal para que actúe de inmediato. Si el médico decide solicitar un electrocardiograma (ECG), los resultados se cargan automáticamente en el EHR, lo que permite revisarlos desde un dispositivo móvil tan pronto como estén disponibles.
Las plataformas y tecnologías de salud se vuelven mucho más poderosas cuando trabajan juntas para proporcionar la inteligencia operativa necesaria para que los clínicos se concentren en los pacientes, no en el papeleo. En la mayoría de los hospitales, los sistemas existentes y los datos ya tienen capacidades integradas de interoperabilidad. Los clínicos utilizan estas plataformas diariamente, pero no en todo su potencial.
Integrar sistemas para que puedan “hablar” entre sí, recolectar y compartir datos y automatizar tareas eleva el desempeño de la tecnología existente. Esto no solo mejora el retorno de inversión (ROI) de la tecnología, sino que también permite ganar eficiencia al ahorrar tiempo y conservar recursos.
Por qué la integración de tecnología en salud mejora el recorrido del paciente
La integración de tecnología en el sector salud puede influir positivamente en los resultados al ofrecer un entorno de atención más conectado, eficiente y centrado en el paciente. Esto ocurre de diversas maneras, tales como:
- Fomentar una comunicación fluida entre los proveedores para coordinarse mejor y reducir la pérdida de información en transferencias.
- Permitir que los clínicos accedan a información en tiempo real para tomar decisiones más rápidas y acertadas.
- Diagnosticar con precisión y garantizar que los planes de tratamiento sean adecuados y personalizados.
- Reducir tareas administrativas asociadas con la programación, facturación, documentación, etc.
- Automatizar alertas y recordatorios para garantizar la adherencia a guías, priorizar tareas críticas y mejorar los resultados de los pacientes.
- Ayudar a los hospitales a decidir cómo y dónde asignar recursos, incluyendo personal e inventario, según necesidades y prioridades en tiempo real.
La conclusión: cuando los equipos de atención pueden concentrarse más en las interacciones con los pacientes y menos en completar flujos de trabajo, los pacientes están más satisfechos, mejor atendidos y tienen mayores probabilidades de obtener resultados positivos.
Integración con propósito: resolviendo problemas reales del sector salud
El éxito en la integración de tecnología en el sector salud requiere más que simplemente conectar sistemas. Antes de unir plataformas, es fundamental identificar el problema o desafío que se espera mejorar o resolver con la integración.
Por ejemplo, el objetivo podría ser:
- Facilitar al personal la compartición rápida de información actualizada sobre los pacientes.
- Reducir la entrada duplicada de datos y la carga administrativa.
- Mejorar los tiempos de respuesta a los pacientes.
- Optimizar la asignación de recursos humanos.
- Permitir que los pacientes tengan mayor control sobre su entorno sin necesidad de asistencia del personal.
- Rastrear en tiempo real la ubicación de equipos para que los clínicos encuentren fácilmente lo que necesitan.
Una vez identificados los sistemas y plataformas a integrar—y lo que se desea lograr—es fundamental monitorear el éxito de la integración. ¿La integración ayudó a alcanzar los objetivos? ¿Resolvío el problema identificado? ¿Qué nuevos problemas surgieron que podrían abordarse de manera similar?
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La integración de tecnología en el sector salud permite a los clínicos enfocarse en lo que hacen mejor cada día: cuidar de los pacientes y sus familias, asegurando que su recorrido sea seguro, cómodo y satisfactorio desde la admisión hasta el seguimiento.
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